Corazón congestionado

Todo se para de golpe tras sentir que todo ha ido a una velocidad vertiginosa. Aparece una extraña sensación corporal, como si mi cuerpo fuese muy pesado, sobre todo las extremidades, brazos y piernas… y siento una especie de plancha que ya ha aparecido en otras ocasiones ubicada en la zona del pecho…  A todo esto, se suma que llevo un par de días con bastante congestión nasal… 

Ante el aturdimiento que me sacude decido volver a conectar con mis Registros Akáshicos y entrar en mi pirámide, ese espacio de paz y calma donde todo se vuelve mucho más claro y la confusión desaparece.

Siento a mis in visibles abrazándome con su luz e irradiando energía a mi corazón y les pregunto por qué me encuentro así y me explican: 

“Tienes el corazón congestionado. Hay un tapón que necesitas sacar. Han sido muchas experiencias de una fuerte intensidad a las que no les has dado su espacio y se ha generado un tapón que en estos días se representa en tu cuerpo físico a través de esa congestión nasal”

Mientas los siento aparecen las ganas de llorar y me animan a hacerlo: “No pasa nada, llorar te ayuda a soltar ese tapón, date permiso para hacerlo, la velocidad a la que ha ido tu cabeza ha impedido que te dieras ese espacio/tiempo tan necesario para escucharte desde dentro”

Siento pasar en mi cabeza un montón de imágenes de los últimos meses y no puedo dejar de llorar… vuelvo al momento en que Alicia nos dijo que quería marcharse al otro plano, vuelvo a los días escribiendo el libro, vuelvo a sentir su marcha (hoy hace 4 meses de su partida) vuelvo al retiro de primavera, a la intensidad de los vuelos en la nube, a la canción del brilli brilli, al abrazo colectivo, a las risas, a los llantos… vuelvo a la Feria Magic Internacional y a las experiencias vividas en la conferencia donde hablamos de Camino al cielo, a las personas que se agolparon en el stand para abrazarnos y darnos las gracias por trasmitir el mensaje de Alicia, vuelvo a las presentaciones del libro: Valencia, Ribarroja, Olocau, Pamplona, La Azohía, Granada… vuelvo a los momentos de compartir con mis sobrinos, a las risas con ellos, a exprimir cada segundo de ese tiempo compartido haciendo infinidad de cosas, vuelvo a sentirlo todo agolpado, son muchas imágenes acompañadas de muchas sensaciones: tristeza, enfado, alegría, dolor, plenitud, felicidad, rabia, tensión, nervios, intranquilidad, rigidez, rapidez, agobio, confusión… Todo se mezcla en un cúmulo extraño… y lloró sin parar… mientras los escucho con esa ternura con la que me acompañan siempre: 

“Has acumulado un montón de experiencias en lo que va de este año terrestre. En los últimos seis meses has vivido tanto y tan intensamente que has acumulado un crecimiento extraordinario que no has terminado de asimilar porque no te has parado a darle su espacio… y esto sucede porque has ido a una velocidad estrepitosa… En ocasiones tu mente te ha hecho creer que si parabas a dejarte sentirlo dolería más, y eso ha impedido que te des ese espacio tan necesario para dar a todo lo vivido su sitio, poder atravesar cada experiencia desde tu corazón alado, sin prisa bella amiga. La rapidez te impedía pararte a sentir porque no querías sentir dolor, pero eso ha conllevado que el cúmulo de experiencias generase un tapón que te impide respirar. Y no pasa nada, tranquila, es parte de tu humanidad, pero ahora tu cuerpo vuelve a decirte PARA… siente, respira, déjalo salir… siente el dolor de una pérdida, siente el abrazo de tu trozo de cielo, siente las risas compartidas entorno a una tristeza vivida en grupo, siente la magnitud de las palabras que se expresan en el camino al cielo, vuelve a ese momento en que recordaste que había un libro y que estaba aún por escribir… Tu corazón nunca ha dejado de hablarte y siempre lo has escuchado, pero tu mente también ha entrado como parte de tu humanidad intentando que, desde la velocidad de todo lo ocurrido en los últimos tiempos, no te fuera posible procesar desde la calma lo sucedido…”

Vuelvo atrás, recuerdo a Alicia en su materia, duele, me duele mucho que no esté aquí en la Tierra, sé que cuento con ella en el Cielo y siento que nos ayuda desde ahí, pero da igual, sigo echándola de menos y me sigue doliendo y es como si no quisiera verlo, como si tener la cabeza ocupada en mil cosas hiciera que el dolor desapareciese, pero no desaparece. Cuando me paro, cuando mi cabeza se detiene vuelvo sentir desde lo profundo un desgarro que me ahoga y no sé qué hacer para evitarlo, porque a veces siento que le estoy fallando a ella, sé que no quería que estuviésemos tristes, sé que el libro también fue una forma de ayudarnos en el proceso y me pregunto cómo lo habría llevado de no ser por el libro porque si en este punto me duele tanto… ¿cómo me dolería de no entenderlo? Y al lanzar la pregunta vuelvo a sentirles abrazándome y en este punto vuelvo a un día que habíamos quedado con Alicia y Carlos para almorzar. Carlos estaba hablando por teléfono, aún no se había sentado en la mesa, y nosotras le esperábamos y entonces Alicia nos cogió de las manos a Itzi y a mí, nos miró con esos ojos inmensos llenos de cielo y nos dijo: “esté donde esté recordar siempre que nunca os soltaré de la mano”… me emociono y sonrío al recordarlo, porque ese momento me llenó de paz y calma… respiro profundo y llega justo un texto al móvil que desvía mi mirada y que se titula “Sanación a través de la respiración” me río ante la magia de la vida… 

Es como si lo que hay en este escrito reforzase lo que me trasmiten mis Registros Akáshicos. Mi corazón está congestionado por el cúmulo de experiencias vividas en los últimos meses. Resulta que para que algunas de esas experiencias no me doliesen tanto las llevaba a la parte mental y eso me hacía desconectarme del corazón y olvidarme de respirar lo que estaba viviendo, como un mecanismo de defensa que nos aísla de vivirlo en toda su magnitud para poder gestionarlo y dejarlo salir. Llega un momento en que se genera un tapón y entonces aparece el colapso. Respirar nos permite estar en nosotros y escucharnos sin mente, si duele es normal, estamos vivos, tenemos que permitirnos atravesar el dolor, y así sucesivamente con infinidad de experiencias. 

Hoy escribo para dar ese espacio a todas esas experiencias y está siendo interesante darme cuenta de cómo me había dejado embaucar por una sedación ilusoria que genera la mente y su velocidad. Cuando te detienes a sentirte sin mente no hay sedación, hay realidad y ahí es donde me está resultando fascinante verlo todo con los ojos de mis Registros Akáshicos, sin juicio, sin peso, con ligereza… Respiro y siento, estoy triste y al mismo tiempo alegre, estoy confusa y al mismo tiempo hay claridad en todo lo que veo y siento, estoy rígida y congestionada y al mismo tiempo me siento como una caña de bambú que se deja mecer por el viento… SOY y ESTOY aquí… la humanidad me pesa en muchas ocasiones y es complicado desde la parte más humana pero cuando estoy conmigo puedo comprenderlo desde una mirada diferente, sin juicio, solo son experiencias, que dependiendo de cómo las mires pueden sumar o restar… elijo que sumen y eso no quiere decir que no duelan… SOY y ESTOY aquí y por un tiempo me voy a dejar SER y ESTAR sin más porque tantas experiencias y tan intensas necesitan un espacio/tiempo…

GRACIAS bellos amigos in visibles por ayudarme siempre a VER desde dentro

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